En Islandia todas las Navidades hay una inundación. Es una inundación de libros (hasta tienen una palabra específica para nombrarla). Cuando se empiezan a acercar las fiestas de Navidad, los islandeses se dedican a buscar libros para regalar a su familia y amigos.
Cuidarme
Desde que empezó la pandemia nos hemos acostumbrado a despedirnos diciendo: cuídate. Lejos de ser una frase hecha, para mi, ha cobrado un significado mucho más profundo. Cuando le digo a alguien que se cuide, no sólo le estoy deseando que se cuide del virus y se proteja o que cuide su salud física sino sobre todo, que proteja su equilibrio psicológico y cuide de sus emociones.
Espacio de ternura
Todas las mañanas los veía pasar. Una pareja anciana de tantas que caminaban por la playa disfrutando de la brisa del mar y del sol. Ella tenía un grave problema en la columna y caminaba encorvada y desplazada hacia un lado. Me temo que si hubiera tenido que hacerlo sola se habría caído. A su lado iba siempre su marido haciendo de contención para ese lado quebradizo.
Tristeza
Según un informe de la OMS el 60% de los europeos ha presentado fatiga emocional, apatía y desesperanza en los últimos meses. Hace unos días un amigo me expresaba su preocupación por lo que se nos viene encima por la crisis económica que se avecina.
Nuevos hábitos
El confinamiento nos ha cambiado a todos en una u otra medida. Todavía tenemos fresco el recuerdo de aquellos días encerrados en casa organizando nuevas rutinas para lograr pasar los días lo mejor posible. Pero el ser humano es olvidadizo y con facilidad vuelve a la senda acostumbrada.
Estrés postraumático
La pandemia por COVID 19 ha sido un acontecimiento traumático que ha azotado a toda la sociedad. Especialmente castigados han sido los sanitarios. Ahora que la presión asistencial ha bajado considerablemente, puede que muchos de esos sanitarios empiecen a sentir malestar
En duelo
Llevo muchos años acompañando a personas en sus procesos de duelo. Es una tarea dura, larga, dolorosa y que termina haciéndonos crecer. Se ha escrito mucho sobre las fases del duelo, tipos y tareas que tiene que hacer el doliente... Pero estos días no estamos para teoría. Estamos para acompañarnos en el dolor y tratar de salir lo más enteros posible.
Esto va a pasar
El COVID19 nos ha conectado con la vulnerabilidad y la falta de control en nuestra vida. Hasta hace poco teníamos viajes, cursos y reuniones programadas para los próximos meses y ahora no sabemos qué será de nosotros mañana. Vivimos en la provisionalidad.